domingo, 5 de abril de 2015

WHISKY Y PASTILLAS


Necesitaba whisky para mirar el frasco de pastillas que tenía encima de la mesa. Pensó que tendría que beberse media botella para tomarse la primera pastilla, y la botella entera para tragárselas todas. No tenía prisa. Por las prisas, por el miedo y por no estar bastante borracho, había fracaso en otros intentos.  Y como si estuviese de charla con un invisible amigo, hablaba y bebía.  Entre palabras y tragos, contaba penas y justificaba su falta de valor para una cosa y su cobardía para otra.

Se vio caminando por un túnel de luz. De pronto una especie de coloso vestido de un blanco luminoso y con los brazos en cruz,  gritaba: ¡PRUEBA DE ALCOHOL!


Abrió los ojos y se encontró con los de una enfermera que sostenía en la mano una bandeja con un vaso de agua y un frasco de pastillas que, recordó, había visto encima de alguna mesa.